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A menudo se debate la importancia del desayuno. Sin embargo, si dejamos de lado la estética y la antropometría, ¿es importante el desayuno?. Pues bien, como atleta juvenil, hazte estas preguntas… ¿Quieres entrenar de forma óptima?, ¿Recuperarte eficazmente?, ¿Tener energía para competir lo mejor posible?. Si has respondido afirmativamente a cualquiera de estas preguntas, entonces el desayuno es definitivamente importante para ti.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL DESAYUNO?
El desayuno se suele pasar por alto debido a la falta de tiempo, a la falta de apetito por la mañana o incluso a la aversión a los alimentos del desayuno. Sin embargo, puede ofrecer grandes beneficios si eres un deportista.
Saltarse el desayuno y consumir sólo una comida ligera va a dejar a cualquier atleta funcionando a duras penas. También va a aumentar la cantidad de comida ingerida en la cena. Esto le roba al cuerpo los nutrientes y la energía que necesita.
Siempre se ha relacionado con la adecuación nutricional, la gestión del peso corporal y el rendimiento académico y físico. El desayuno también es una oportunidad para que los atletas se recuperen del entrenamiento del día anterior, especialmente si el entrenamiento se realizó más tarde en el día.
El consumo de alimentos durante el entrenamiento y en torno a él permitirá al deportista entrenar con mayor intensidad al proporcionarle energía y retrasar la aparición de la fatiga. Sin embargo, sea cual sea la hora en la que se entrena, proporciona al cuerpo del deportista la energía y los nutrientes que necesita.
¿QUÉ ES UN BUEN DESAYUNO?
Mientras duermes, el cuerpo recurre a sus reservas de carbohidratos para alimentar las funciones corporales básicas y las reparaciones mientras descansas. Por lo tanto, es importante reponer estas reservas al despertar, ya que van a estar bajas. Dado que los carbohidratos son la principal fuente de energía del cuerpo, es fundamental reponerlos.
Alimentar tu cuerpo al principio del día te ayudará a sentirte con más energía y te permitirá tomar decisiones más acertadas en cuanto a la comida y la cena.
Para tener un desayuno equilibrado, centrado en carbohidratos complejos, proteínas de calidad y grasas buenas te proporcionará la energía necesaria para el entrenamiento.
DESAYUNAR CUANDO SE ENTRENA
Si entrenas a primera hora de la mañana, es posible que no quieras tomar un gran desayuno antes de entrenar, ya que demasiada comida puede resultar pesada. En este caso, deberías optar por algo más ligero, como una rebanada de pan tostado o un plátano.
Consumir algún tipo de carbohidrato te ayudará a aumentar el nivel de azúcar en sangre para no quedarte sin energía. Incluso esta pequeña comida pre-entrenamiento te ayudará a mejorar la calidad de tu entrenamiento.
Esto significa que es importante que consumas una comida posterior al entrenamiento. Los músculos son más receptivos a la hora de reponer reservas de glucógeno durante dos horas, después del ejercicio.
Sin embargo, si tienes poco apetito después del entrenamiento, puedes optar por un desayuno líquido, preparando un batido con leche, yogur y fruta para suministrar al cuerpo los carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales necesarios. Esto ayudará a recargar los músculos y a mantener el hambre a raya hasta la siguiente comida.
LA CONCLUSIÓN
En definitiva, dados los beneficios que un desayuno puede tener en un deportista, puede clasificarse definitivamente como una comida importante.
Un buen desayuno equilibrado puede mejorar la calidad de la dieta, mejorar el rendimiento y aumentar los niveles de energía del deportista. Por lo tanto, puede considerarse como una buena inversión para una mañana productiva.
EJEMPLOS DE IDEAS PARA EL DESAYUNO
– Huevos revueltos con puré de aguacate sobre una tostada integral.
– Granola, yogur griego y bayas.
– Cereales integrales con leche semi-desnatada y un vaso de zumo de naranja.
– Plátano y mantequilla de cacahuete sobre una tostada integral.