Contenido
- 10 formas de mejorar la salud intestinal
- 1. Reducir el estrés
- 2. Dormir más
- 3. Haz ejercicio
- 4. Diversidad de la dieta
- 5. Deja de fumar
- 6. Come con atención
- 7. Considera los probióticos y los alimentos fermentados
- 8. Beber mucha agua
- 9. Comprueba si hay intolerancias alimentarias
- 10. No tomes antibióticos que no necesites
10 formas de mejorar la salud intestinal
Por suerte, hay varias formas de mejorar la salud de tu microbioma intestinal sin necesidad de acudir al médico. Sin embargo, siempre debes consultar a tu médico ante cualquier problema serio que estés experimentando para poder revisarlo adecuadamente.
1. Reducir el estrés
Es más fácil decirlo que hacerlo, pero uno de los principales culpables de la mala salud intestinal es el estrés. El estrés crónico (continuo) puede aumentar la inflamación en el cuerpo, lo que puede causar toda una serie de otros problemas. Algunas ideas para reducir el estrés son: tomarse un tiempo para uno mismo, dar un paseo, leer, realizar actividades de mindfulness, hacer yoga, quemar velas aromáticas, abrazar a una mascota, reducir el consumo de cafeína o darse un baño de burbujas caliente.
2. Dormir más
Nuestro microbioma intestinal está regulado por nuestro ritmo circadiano, por lo que el sueño es realmente importante para la salud intestinal en general. Tener una rutina de sueño consistente, regular las luces y tener un ambiente agradable en el dormitorio puede ayudar. La Sleep Foundation Org tiene todos los consejos para mejorar tu higiene del sueño.
3. Haz ejercicio
Independientemente de la dieta, se ha demostrado que el ejercicio regular altera la microbiota intestinal de forma positiva. Encuentre algo que le guste hacer y que le apetezca hacerlo: el ejercicio no tiene por qué significar correr por el parque o ir al gimnasio si no le resulta atractivo.
Intenta hacer algún tipo de movimiento cada día, aunque sólo sean diez minutos. Todo suma.
4. Diversidad de la dieta
Tener una variedad de alimentos de origen vegetal con alto contenido en fibra no digerible proporciona a las bacterias del microbioma intestinal alimento, también conocido como prebióticos. Cuantos más tipos de alimentos diferentes comas, más feliz será la microbiota. Los alimentos ricos en fibra son las frutas y verduras, las legumbres (alubias, lentejas, guisantes), los frutos secos y las semillas, así que intenta incluir más de ellos en tu dieta, y cámbiala tan a menudo como sea posible para conseguir la máxima diversidad.
5. Deja de fumar
Si eres fumador, habrás oído esto antes, pero dejar de fumar o reducir el consumo de tabaco mejorará casi todos los problemas corporales que existen. En lo que respecta a la salud intestinal, fumar puede causar cáncer en los órganos que componen el intestino. También se ha relacionado con la alteración de la microbiota, aumentando el número de microorganismos potencialmente dañinos y disminuyendo los niveles de los beneficiosos.
6. Come con atención
Comer rápido puede aumentar la cantidad de aire en el tracto gastrointestinal, lo que puede provocar hinchazón. Comer con más atención también puede dar a su cuerpo más oportunidad de digerir los alimentos correctamente y absorber los nutrientes de los mismos. La forma más fácil de comer con más atención es hacerlo sin pantallas y en una mesa.
7. Considera los probióticos y los alimentos fermentados
Los probióticos son básicamente bacterias, pero del tipo bueno que te benefician a ti y a tu intestino. Algunas investigaciones demuestran que los probióticos pueden ayudar a la salud intestinal en general, pero no está claro cuántos probióticos llegan realmente a tu intestino grueso para marcar la diferencia, así que consulta a un profesional de la salud antes de comprar cualquier suplemento.
También puedes consumir más alimentos fermentados -kéfir, kombucha, chucrut, miso, verduras fermentadas-, ya que son una fuente natural de probióticos.
8. Beber mucha agua
Se ha demostrado que mantenerse hidratado tiene un efecto beneficioso en el revestimiento de los intestinos, así como en el equilibrio de las bacterias «buenas» del intestino. Beber más agua es una forma fácil de promover un intestino sano.
9. Comprueba si hay intolerancias alimentarias
Las alergias o intolerancias pueden provocar hinchazón, calambres, estreñimiento, diarrea, náuseas, fatiga y reflujo ácido. Los alimentos desencadenantes más comunes son los lácteos, el gluten y los FODMAPS (oligo, di, monosacáridos y polialcoholes fermentables, un grupo de carbohidratos de cadena corta que se encuentran de forma natural en muchos alimentos).
Si tienes problemas digestivos, prueba a hacer un seguimiento de lo que comes y de los síntomas que tienes con un diario de alimentos que puedes llevar al médico, al dietista o al nutricionista. Puedes intentar ver las posibles causas por ti mismo, pero un profesional lo hará mucho mejor.
Recuerda: ¡la digestión completa tarda entre 12 y 72 horas desde que ingieres los alimentos! Así que la comida que acabas de ingerir no es la causante de tu vientre hinchado.
10. No tomes antibióticos que no necesites
El uso excesivo de antibióticos puede provocar resistencia a los mismos, pero los antibióticos también dañan la microbiota al alterar el equilibrio de las bacterias. Cuanto menos necesites los antibióticos, mejor (pero, obviamente, tómalos si tu médico te lo indica).