Todo el mundo quiere sentirse bien. Es un comentario obvio. Pero, ¿por qué muchos de nosotros luchamos por conseguirlo?
¿Falta de tiempo? ¿de motivación? ¿Falta de interés? ¿de apoyo?.
La gente suele aplazar el cambio de su estilo de vida… ¿Cuántas veces has dicho: «Lo haré cuando…»? Si esperas el momento adecuado, nunca llegará. Tu salud no funciona así.
Enero es la época de los propósitos de Año Nuevo y, aunque la reflexión es algo bueno, los propósitos de Año Nuevo y las dietas de choque locas no funcionan.
La salud es un proceso continuo y hay que cuidarse y pensar en términos generales.
Pregúntate
- ¿Quieres sentirte 10/10 la mayoría de los días?
- ¿Mirarte al espejo y que te guste la persona que ves?
- ¿Tener confianza en ti mismo y una buena imagen corporal?
- ¿Aprovechar al máximo cada día?
- ¿Quieres llegar a la mediana edad y a los últimos años con buena salud?
Estoy seguro de que dirá que sí a la mayoría de las preguntas anteriores. La mayoría de la gente quiere sentirse bien y feliz. Sí, hay cosas que no podemos controlar, pero si nos mantenemos en forma y sanos, tenemos más posibilidades de llevar una vida más larga, feliz y saludable.
La buena salud consiste en
- Alimentar tu cuerpo con lo bueno
- Alimentar tu alma
- Sentirse bien y contento
- Equilibrio
- Consistencia
La clave es el equilibrio. Y hacer que las cosas sean alcanzables para ti, de modo que, cuando luches contra los altibajos de la vida, tengas buenos fundamentos básicos para tu salud en los que apoyarte.
Nada es más importante que tu salud y tu bienestar. Parece de sentido común. Pero es muy cierto.
Conclusión
La salud y el bienestar provoca una drástica mejora en la calidad general de vida de una persona, por lo tanto la importancia de la salud debe ser tomada en cuenta por todos, sin importar que seamos jóvenes o mayores, ya que ésta tiene un gran impacto en nuestro rendimiento y la eficiencia en general.
En otras palabras, nos permite tener un mejor control sobre nuestra vida.
Para tener una vida saludable, es necesario llevar una vida disciplinada; comer alimentos nutritivos, hacer ejercicio físico regularmente y mantenerse alejado de los hábitos poco saludables como fumar y beber en exceso.
También es esencial mantener la mente sana, fomentar la clase correcta de pensamientos y manejar adecuadamente el estrés en nuestras vidas.